Manual de inmersión 2.0 para profesionales de la salud

martes, 11 de marzo de 2014

Expresión artística y beneficios para la salud

Phillippe Halsmann And Salvador Dali. 1951. "La voluptuosa muerte"


Cada vez es más frecuente encontrarnos con personas enfermas que tienen dificultades para expresar sus emociones, y esta dificultad es la que les impide, en cierto modo, gestionar también su enfermedad. El arte puede ser una herramienta muy valiosa para expresar emociones escondidas.

Las emociones humanas tienen repercusiones a nivel físico, y esto no solo es en nuestro entorno, sino que se repite en diferentes culturas, lo cual nos sugiere que la relación entre emociones y sensaciones corporales tiene una base biológica. Esto ha concluido recientemente una investigación en la Universidad Aalto, Finlandia.

A modo de ejemplo, el filósofo Emile M. Cioran explicó que su obra era fruto de un acto curativo, ya que, tal como explicaba él, había “comenzado a escribir para no volverse loco”. Y Dalí, quien se definía como un paranoico, decía: “Debo ser el único de mi especie que ha dominado y transformado en potencia creadora, gloria y júbilo una enfermedad mental tan grave”.

Parece que está claro pues, que el acto creativo puede ayudar a las personas a expresar emociones escondidas, reduciendo el estrés, el miedo y la ansiedad, y proporcionando una sensación de libertad.  En esto se fundamenta el arteterapia, una disciplina que utiliza técnicas artísticas para el auto-conocimiento, el desarrollo personal, la mejora de la salud y la calidad de vida. Las técnicas utilizadas pueden ser la pintura, la escultura, la música, la danza, la escritura o el teatro.

La conexión entre el arte y salud fue reconocida por primera vez a finales de 1800. En 1922, un libro titulado Artistry of the Mentally Ill despertó en la profesión  médica interés por examinar el valor terapéutico de las creaciones artísticas por parte de los pacientes con enfermedades mentales. Fue entonces cuando algunos médicos se dieron cuenta de que el arte puede ser una herramienta muy valiosa para la rehabilitación de este tipo de pacientes.

A partir de este momento, comenzó a utilizarse en otras patologías, como personas con trastornos de la alimentación, jóvenes deteriorados emocionalmente, discapacitados, enfermos crónicos, adolescentes víctimas de abuso sexual o cuidadores de pacientes con enfermedades graves.

Las posibilidades terapéuticas se amplían a pacientes que siguen tratamientos que causan dolor y como herramienta de diagnóstico en niños con dificultades para expresar acontecimientos dolorosos o emociones, utilizando sus dibujos como vía de comunicación complementaria a la terapia convencional.

Se trata de que un profesional, el terapeuta de arte, ayude a los pacientes a expresar sus emociones a través de sus propias creaciones artísticas. Así, una persona que padece cáncer puede crear una imagen de sí misma y de esta manera expresar los sentimientos sobre su enfermedad que, de otra manera, le serían difíciles exteriorizar.

Pero no se trata de contemplar los trabajos artísticos de otros, sino de crear. Lo importante es el proceso creativo y no que el resultado sea hermoso. Muchas personas se resisten porque piensan que no están dotadas para las artes, pero no es necesario tener conocimientos sobre arte ni ninguna aptitud en particular.

En relación a la evidencia científica sobre el arteterapia, existen múltiples trabajos, a pequeña escala, publicados en revistas especializadas, fundamentalmente anglosajonas. Sin embargo, el hecho de que no sea aún una profesión reconocida, tiene como consecuencia que no existan grandes estudios concluyentes. De hecho, entre los objetivos de la responsable del Servicio de Medicina Integral del Memorial, uno de los centros líderes del mundo en el tratamiento del cáncer, está emplear las herramientas de la investigación científica para demostrar la aportación de todas las denominadas medicinas complementarias, entre ellas el arteterapia.

Esta técnica, en sus diferentes modalidades, se emplea en EEUU y en el Reino Unido desde hace más de 50 años. El auténtico impulso se ha producido en los últimos cinco años, pues existen más de 30 universidades en toda Europa que proporcionan formación en esta disciplina, entre ellas la Universidad de Barcelona y al Universidad Autónoma de Barcelona. Además se han promovido programas en la unidad de cuidados paliativos y de hematología del Hospital Duran i Reynals, en el servicio de desintoxicación del Hospital Bellvitge así como en la red de salud mental.

Sin embargo, sólo está reconocida como profesión en el Reino Unido, Canadá, EEUU e Israel, en los que el arteterapia, en todas sus formas, está integrado en el sistema general de salud como un servicio más a los pacientes, así como en las escuelas, donde se utiliza para el apoyo emocional y psicológico de los niños.
Las oportunidades de futuro pasan por investigar la utilización de esta técnica para mejorar los tiempos de recuperación, disminuir la estancia hospitalaria, mejorar la comunicación y las relaciones sociales, así como en el control del dolor.

En cuanto a su seguridad, como terapia complementaria se considera segura si es realizada por un terapeuta cualificado.  Puede ayudar a personas con enfermedades como cáncer, enfermedades psiquiátricas o el Alzheimer, pero es importante que no se la considere como único tratamiento, ya que evitar o retrasar la atención médica convencional puede tener consecuencias graves para la salud.


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