"La voluptuosa muerte"
Cada vez es más
frecuente encontrarnos con personas enfermas que tienen dificultades para
expresar sus emociones, y esta dificultad es la que les impide, en cierto modo,
gestionar también su enfermedad. El arte puede ser una herramienta muy valiosa
para expresar emociones escondidas.
Las emociones
humanas tienen repercusiones a nivel físico, y esto no solo es en nuestro
entorno, sino que se repite en diferentes culturas, lo cual nos sugiere que la
relación entre emociones y sensaciones corporales tiene una base biológica.
Esto ha concluido recientemente una investigación en la Universidad Aalto,
Finlandia.
A modo de ejemplo,
el filósofo Emile M. Cioran explicó que su obra era fruto de un acto curativo,
ya que, tal como explicaba él, había “comenzado a escribir para no volverse
loco”. Y Dalí, quien se definía como un paranoico, decía: “Debo ser el único de
mi especie que ha dominado y transformado en potencia creadora, gloria y júbilo
una enfermedad mental tan grave”.
Parece que está
claro pues, que el acto creativo puede ayudar a las personas a expresar
emociones escondidas, reduciendo el estrés, el miedo y la ansiedad, y
proporcionando una sensación de libertad. En esto se fundamenta el
arteterapia, una disciplina que utiliza técnicas artísticas para el
auto-conocimiento, el desarrollo personal, la mejora de la salud y la calidad
de vida. Las técnicas utilizadas pueden ser la pintura, la escultura, la
música, la danza, la escritura o el teatro.
La conexión entre
el arte y salud fue reconocida por primera vez a finales de 1800. En 1922,
un libro titulado Artistry of the Mentally Ill despertó en la profesión
médica interés por examinar el valor terapéutico de las creaciones
artísticas por parte de los pacientes con enfermedades mentales. Fue
entonces cuando algunos médicos se dieron cuenta de que el arte puede ser una
herramienta muy valiosa para la rehabilitación de este tipo de pacientes.
A partir de este
momento, comenzó a utilizarse en otras patologías, como personas con trastornos
de la alimentación, jóvenes deteriorados emocionalmente, discapacitados,
enfermos crónicos, adolescentes víctimas de abuso sexual o cuidadores de
pacientes con enfermedades graves.
Las posibilidades
terapéuticas se amplían a pacientes que siguen tratamientos que causan dolor y
como herramienta de diagnóstico en niños con dificultades para expresar
acontecimientos dolorosos o emociones, utilizando sus dibujos como vía de
comunicación complementaria a la terapia convencional.
Se trata de que un
profesional, el terapeuta de arte, ayude a los pacientes a expresar sus
emociones a través de sus propias creaciones artísticas. Así, una persona que
padece cáncer puede crear una imagen de sí misma y de esta manera expresar los
sentimientos sobre su enfermedad que, de otra manera, le serían difíciles
exteriorizar.
Pero no se trata de
contemplar los trabajos artísticos de otros, sino de crear. Lo importante es el
proceso creativo y no que el resultado sea hermoso. Muchas personas se resisten
porque piensan que no están dotadas para las artes, pero no es necesario tener
conocimientos sobre arte ni ninguna aptitud en particular.
En relación a la
evidencia científica sobre el arteterapia, existen múltiples trabajos, a
pequeña escala, publicados en revistas especializadas, fundamentalmente
anglosajonas. Sin embargo, el hecho de que no sea aún una profesión reconocida,
tiene como consecuencia que no existan grandes estudios concluyentes. De hecho,
entre los objetivos de la responsable del Servicio de Medicina Integral del
Memorial, uno de los centros líderes del mundo en el tratamiento del cáncer,
está emplear las herramientas de la investigación científica para demostrar la
aportación de todas las denominadas medicinas complementarias, entre ellas el
arteterapia.
Esta técnica, en
sus diferentes modalidades, se emplea en EEUU y en el Reino Unido desde hace
más de 50 años. El auténtico impulso se ha producido en los últimos cinco años,
pues existen más de 30 universidades en toda Europa que proporcionan formación
en esta disciplina, entre ellas la Universidad de Barcelona y al Universidad
Autónoma de Barcelona. Además se han promovido programas en la unidad de
cuidados paliativos y de hematología del Hospital Duran i Reynals, en el
servicio de desintoxicación del Hospital Bellvitge así como en la red de salud mental.
Sin embargo, sólo
está reconocida como profesión en el Reino Unido, Canadá, EEUU e Israel, en los
que el arteterapia, en todas sus formas, está integrado en el sistema general
de salud como un servicio más a los pacientes, así como en las escuelas, donde
se utiliza para el apoyo emocional y psicológico de los niños.
Las oportunidades
de futuro pasan por investigar la utilización de esta técnica para mejorar los
tiempos de recuperación, disminuir la estancia hospitalaria, mejorar la comunicación
y las relaciones sociales, así como en el control del dolor.
En cuanto a su
seguridad, como terapia complementaria se considera segura si es realizada por
un terapeuta cualificado. Puede ayudar a personas con enfermedades como
cáncer, enfermedades psiquiátricas o el Alzheimer, pero es importante que no se
la considere como único tratamiento, ya que evitar o retrasar la atención
médica convencional puede tener consecuencias graves para la salud.
No hay comentarios:
Publicar un comentario